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8 feb 2014

SEGUNDO VIAJE A ETIOPIA: Bahir Dar

A primera hora de la mañana tomo el avión que me va a llevar hasta Bahir Dar, una ciudad al norte de Etiopía (378 km) a orillas del lago Tana. En ese año (2004) tenía unos 170.000 habitantes. Se halla a orillas del Lago Tana, el más grande de Etiopía, que representa el nacimiento del Nilo Azul, el cual en Sudán se unirá con el Nilo Blanco, que nace en Uganda, para formar el río Nilo.
Nada más llegar al aeropuerto me están esperando con una furgoneta del hotel en el que tengo hecha la reserva para llevarme, junto a otros clientes, a ver las Cataratas Tis Isat. Se hallan 30 km al sur de la ciudad. Tienen unos 40 m de caída y nada tienen que ver con las que existían antes de 2003, pues en ese año se construyó una central hidroeléctrica hacia la cual se desvía la mayoría del agua del río. Desde donde se deja el vehículo hay que hacer un corto trayecto a pié. Se pasa por un puente el cual fue el primero que se construyó en Etiopía, en el siglo XVII. Cuando alguien ha visto fotos de cómo eran las cataratas antiguamente, queda un poco decepcionado, pues la verdad es que ahora cae un hilillo de agua.


Después de ver las cataratas me llevan al hotel. Está situado la orilla del lago Tana Y tiene un hermoso parque-jardín cubierto de árboles donde es una delicia sentarse por la tarde recibiendo la brisa que llega desde el lago.
Ayer siguiente voy a realizar una excursión para ver los monasterios ortodoxos que hay en las islas del lago. No hay acuerdo en saber en cuántas de las islas del Lago hay o ha habido monasterios (se piensa que unas 39). Parece ser que en unas 19.  En algunos de estos monasterios están enterrados emperadores etíopes. Me monto en una barca en el embarcadero del hotel junto con otros turistas del país. Visitamos dos o tres monasterios y volvemos al hotel, disfrutando de un agradable paseo en barca. 
Cuando llego la ciudad salgo del hotel para dar un paseo por ella. Me dirijo a ver el mercado. Unos españoles que me encontré en Addis me dijeron que cuando visitaron el mercado habían tenido problemas, pues no les habían dejado hacer fotos y les habían echado de malas maneras. Yo no tengo el más mínimo problema y paseo por él con toda tranquilidad.
Al día siguiente me dirijo temprano al aeropuerto para coger el avión que me llevará de regreso a Addis.


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