Por fin el 1 de Septiembre cojo el avión en Madrid en dirección a Pekín con escala en Roma. Me esperan 10.000 km y casi 20 horas de viaje hasta que aterrice en Pekín. El vuelo de Roma Pekín se hace de noche, igual que el año pasado. Cuando comienza a amanecer, ya en China, se vuela bastante tiempo por encima del desierto de Gobi. Pienso que pocos días después estaré justo ahí debajo viajando en tren hacia el Xinjiang. He estado todo el mes de Agosto pendiente de las noticias y leyendo comentarios en los foros de viajes. Hay viajeros occidentales que durante ese mes han estado en el Xinjiang, concretamente en Kashgar, y parece que la situación es bastante tranquila tras los atentados de Julio. De todas formas en los días que voy a estar en Pekín procuraré enterarme mejor de cómo está el ambiente por allí y decidiré en última instancia.
Nos mandan abrocharnos los cinturones y el avión comienza a descender. Miro por la ventanilla, pues ya sé por otros viajes anteriores que cuando el avión se está aproximando al aeropuerto se pasa por encima de la muralla. Desde luego es la mejor forma de saber que ya estás en China. Por fin llego al Capital Airport de Pekín, uno de los más grandes del mundo. Tengo por delante un mes entero y casi 20.000 km de viaje por este asombroso país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario